Cirugía de Párpados

La piel de nuestros párpados es una de las zonas del cuerpo más fina, delicada y sensible al envejecimiento. Con el paso de los años, el párpado superior se arruga y “cae” sobre las pestañas. Y en el párpado inferior aparecen pliegues y se acumula la grasa creando las bolsas y ojeras. Esto hace que tengamos un aspecto cansado, poco saludable y nos avejenta.

La solución para devolver a la zona de tus ojos el aspecto saludable y radiante de la juventud es la Blefaroplastia, o cirugía de párpados. Mediante esta cirugía se reducen las bolsas y el descolgamiento de la piel de los párpados eliminando el exceso de grasa y piel.

La función de los párpados es proteger los ojos, así que es muy importante conocer el estado de salud de ellos antes de someternos a una Blefaroplastia. Por eso hay que asegurarse de que el cirujano que nos trate tenga la capacidad no solo de mejorar la parte estética de la zona sino de velar porque nuestros ojos no sufran por ello.

 

 

En nuestro caso, hay que destacar que el Doctor Martínez Gutiérrez es Oftalmólogo además de Cirujano Plástico, por lo que tiene los conocimientos y la experiencia necesaria para mejorar la estética de la zona protegiendo la salud de los ojos. Esta doble especialización es una garantía de seguridad y fiabilidad.


¿Cómo es la cirugía de malposición de Párpados?

Esta intervención, que se realiza en un quirófano y bajo anestesia local y sedación, tiene diferentes técnicas según el tipo de malposición de párpados y sus problemas asociados.

Los tipos de malposiciones más frecuentes son:

Retracción palpebral: cuando el párpado superior se sitúa demasiado alto o el párpado inferior demasiado bajo.

Ptosis: el párpado superior cae, pudiendo obstaculizar el campo visual. Normalmente afecta a ambos párpados y puede presentarse tanto en niños, como adultos o ancianos. Su corrección consiste en reinsertar, acortar o reparar el músculo elevador del párpado que se encuentra dañado.

Entropión: cuando el párpado se gira hacia dentro, haciendo que la piel y las pestañas rocen la córnea. Esta situación puede afectar al globo ocular y producir lesiones en la superficie, por lo que debe corregirse urgentemente.

Ectropión: el párpado se gira hacia fuera. Puede producir sequedad ocular y úlceras a medio o largo plazo.

En todos los casos, las incisiones que se realizan para intervenir se hacen de manera que las cicatrices queden ocultas o que su visibilidad sea mínima. Las técnicas son poco invasivas y en la inmensa mayoría de los casos, quedan camufladas de forma natural.

Es una operación muy segura, con muy pocos riesgos asociados. Los primeros días puede aparecer edema o inflamación en la zona que rodea los ojos, hematomas o molestias que irán disminuyendo poco a poco. También es posible que se experimente cierta dificultad en el cierre de los párpados, para lo que se requerirá el uso de cremas oculares durante unos días.

 

doctor Juan Martínez Gutiérrez cirugía parpados1


 

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